Translate

domingo, 29 de enero de 2017

La prensa amordazada por los borbones



La concepción del futuro Alfonso XII vino acompañada de escándalo y maniobras para desviar la atención de uno aún mayor si se descubría quién era el objeto de las apetencias reales y el pasado negro que vinculaba por parentesco de hermanos con la reina Isabel II a este anónimo donante genético a la real estirpe, muy a su pesar. La cortina de humo sobre el oficial de ingenieros Enrique Puigmoltó y Mayans fue tan eficaz que pasó a la historia como el padre de Alfonso XII; lo más notable es que todavía hoy historiadores y afamados escritores sobre la vida de Isabel II lo dan por sentado sin matizar que dicha paternidad tan solo se basa en un rumor, eso sí, expandido al máximo, y que trasladado a nuestro contexto actual, denominaríamos viral.

Por las mismas fechas en que se ocultaba el affaire secreto de la reina con el entonces comandante de artillería Federico Puig Romero, recurriéndose para ello a falsear documentos, algo ya manido en el pasado de Federico junto a Fernando VII, padre de Isabel II, el desprestigio de la dinastía Borbón era la comidilla en la prensa extranjera. 
   
La monarquía siempre ha sido intocable en España, y los métodos borbónicos eran practicados con destreza en 1857. El 7 de marzo, recién concebido el nuevo vástago de la reina con tíos por rama materna y paterna presuntamente hermanos entre sí, escribe un informe el embajador británico Howden, según detalla Isabel Burdiel(1), aludiendo a  la salida hacia París y Londres de un enviado de la Corte con 40.000 dólares entregados por la reina con el propósito de comprar a la prensa inglesa y francesa. Las instrucciones que llevaba consistían en lograr el máximo de benevolencia periodística con Isabel II: «que pueden abusar todo lo que deseen del gobierno pero no de la Familia Real […] pero si los editores son muy rapaces pueden abusar a su vez cuanto quieran del marido de la Reina con tal de que dejen en paz a Su Majestad […] lo he sabido por personas de la prensa de Londres y París que han estado en contacto con dicha persona y sé también que han tenido éxito con dos periódicos franceses y un periódico inglés ha cambiado su tono de la manera más notable»
  
Años después, el 22 de junio de 1866 Federico Puig Romero sería víctima de un atentado que el gobierno de la reina encubrió como parte de la sublevación iniciada en el cuartel de San Gil. La prensa de nuevo trabajó al servicio de la corona y permitió ocultar las auténticas circunstancias de este asesinato que volvió a ser noticia en la prensa de 1872, ya fuera del trono Isabel II y los borbones desde 1868, culminando el debate político con la disolución del cuerpo de artillería, la salida del rey Amadeo I de Saboya y la proclamación de la primera república en España.

En 1876, recién restaurada la dinastía  Borbón en la figura de Alfonso XII, presunto hijo de Federico Puig Romero, un historiador reputado colaboraría para falsear este asesinato y zanjar las especulaciones en torno a este. Voces desde el más allá de la historia descubre todas estas manipulaciones en las que está involucrada la dinastía Borbón a lo largo de los sucesivos reinados desde Fernando VII, aportando pruebas hasta ahora ignoradas. Los métodos de controlar la información que llega al vulgo siguen vigentes pero ya no es tan sencillo mantener la monarquía acorazada. La verdad, como el agua, siempre se abre paso…






(1)Isabel II una biografía (1830-1904), Editorial Taurus, 2011 (obra premiada con el Premio Nacional de Historia organizado por esta editorial).

domingo, 8 de enero de 2017

Avances de la mujer republicana

Acabo de leer una excelente novela histórica: La vida partida en dos, del autor Antonio Andújar Castro.  El argumento nos traslada a Valencia, recién instaurada la segunda república en 1931. 



El nuevo sistema democrático logró avances impensados para las mujeres, por primera vez con derecho a voto y acceso a puestos políticos y administrativos. Fue un breve paréntesis de apertura social y democrática abortado por  el golpe de estado que dio lugar a la guerra civil de 1936, a cuyo fin  se retornaría al oscurantismo que haría a la mujer ocupar un lugar servil en la sociedad franquista.

Resulta inevitable reflexionar sobre qué hubiera sucedido si hubiera vencido la guerra el bando republicano, que en 1931 había erigido legítimamente un sistema democrático renovador de  España tras el fracaso de la monarquía y su naufragio inevitable. La continuidad de que tanto alardea esta institución no es tal cuando el denominador común a lo largo de sus representantes en España hasta la segunda república fue asegurar su puesto a todo trance, resistiendo a los embates de un pueblo analfabeto y pobre, en total desigualdad de derechos frente a los nobles y cortesanos defensores de la monarquía, garante de sus privilegios frente a los más desfavorecidos.

Con la desaparición de la república la mujer volvió a ocupar un papel dependiente del hombre, entrenada para ser buena esposa, sumisa sin rechistar aunque su marido perteneciera al perfil de maltratador, lo cual en cierto modo propiciaba este sistema social, que ha ido coleando décadas y dejando su huella incluso después de la muerte del dictador en 1975. Un ejemplo de ello es la historia de Aurora, protagonista de la novela Caricias rotas, del escritor Paco Arenas: 




Reseña de La vida partida en dos:

La personalidad fuerte de Ariadna, ajena a la política de su tiempo y centrada más en su ego, opta por utilizar sus armas de mujer para lograr la consecución de una meta aparentemente inaccesible que la traslada a Egipto. Las puertas abiertas a su gran belleza y personalidad se convierten en cepos y visicitudes que ha de enfrentar lejos de su familia y su hijo recién nacido, menos prioritario que la consecución de su anhelo.

Ariadna arrastra pasiones en torno a ella y utiliza a su conveniencia a cinco hombres. Pero esta aparente dureza y frialdad va dejando asomar paulitanamente, a medida que avanza la intensa trama de esta historia, un fondo que ella misma se había negado a descubrir.


Excelentemente escrita, como acostumbra el autor, esta novela nos traslada a un viaje en el tiempo y hacia el interior del personaje protagonista, manteniendo en vilo al lector, conducido a las lejanas tierras de Egipto y la fascinación de este mágico lugar. Todo ello, con una impecable investigación y cuidado en todos los detalles, logrando a la perfección ambientarnos en el entorno de la protagonista.