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sábado, 10 de junio de 2023

Documento original de la separación de la infanta María Eulalia de Borbón




La hija menor de Isabel II, la rebelde, llevó una vida marcada por el escándalo. María Eulalia tenía una fuerte personalidad y a duras penas aceptó el matrimonio impuesto con su primo Antonio de Orleans Borbón, celebrado  en marzo de 1886, pocos meses  después de la muerte de Alfonso XII, y a dos meses del nacimiento del heredero de la corona, si salía niño, como ocurrió, reinando desde su nacimiento como Alfonso XIII.

Eulalia fue una mujer culta que además escribía libros. Es de suponer que en ello influyeran los genes paternos, no del todo esclarecidos, aunque algunos suponen que pudo ser hija de Miguel Tenorio de Castilla, quien sí parece seguro que fue padre de la infanta Paz, según el autor José María Zavala. Yo, por mi parte, he hallado correspondencia que deja ver una estrecha relación entre la infanta Paz y Tenorio, que puede corroborar esta tesis. Pero además, con datos nuevos sobre la infanta Eulalia

Infanta Eulalia Borbón.


Del matrimonio de Eulalia con su primo consta que tenía dos hijos cuando, tras catorce años casada, decidió separarse. Estos eran Alfonso y Luis Fernando.  Según refiere la revista HOLA, Eulalia comunica su decisión a su cónyuge en marzo de 1900. Al parecer él se opuso y, según la misma revista: «Finalmente, tras dos años, y gracias a la intervención de su madre, consiguió firmar los papeles de su separación(1)».

No fueron dos años sino dos meses, como puede comprobarse en el convenio de esta separación (2), mediante escritura de 31 de mayo de 1900 en París, ante Eduardo Toda Güell, cónsul de España, que traduce el convenio original, en francés, firmado el 29 de mayo. 

El convenio era totalmente novedoso para su tiempo. Sin duda, Eulalia estaba muy bien asesorada. Se acuerda que vivirán separadamente, con habitaciones y personal de servicio distintos. Sus casas se organizarán de acuerdo a su rango y dignidad. La infanta tendrá dama de honor de la alta nobleza española. Él dice tener la intención de residir en París, mientras que ella en España. La dote, de 2.228.631 francos, queda depositada y ninguno podrá retirarla sin consentimiento del otro. Quedarán estos valores inscritos a nombre de ella sin que él pueda disponer de estos a menos que lo autorice ella, que tendrá el disfrute y libre administración de las rentas que den estos valores. De los bienes gananciales él le pasará 20.000 francos trimestralmente. Por otra parte, la custodia de los dos hijos es compartida, y deciden que por ahora estudien en el Baumont College de Inglaterra. Como árbitro para resolver posibles diferencias, nombran a Práxedes Mateo Sagasta, y en su defecto, a Juan Zavala y de Guzmán, duque de Nájera.

El escándalo de la separación de Eulalia no fue bien aceptado en la familia real, pero lo que menos perdonó el nuevo rey Alfonso XIII fue la publicación de un libro de su tía Eulalia en 1911 que trataba de socialismo y la clase obrera, defendiendo la dignidad de la mujer y el divorcio. Por supuesto, este libro fue tachado por el sector conservador en España como «inmoral, escandaloso y atentatorio contra la religión, la monarquía, las buenas costumbres y el orden establecido». Alfonso XIII le prohibió a su tía Eulalia regresar a España (3).

Eulalia no se avino a soportar estoicamente un marido infiel, ni mucho menos a guardarle fidelidad. El autor José María Zavala apunta a algún hijo más que no era de su marido. Es de suponer que tuvo amantes, al igual que su cónyuge. Al respecto, y a la vista de documentos inéditos que he hallado en la Real Biblioteca, podría ser que hubiera mantenido una relación con Luis Fernández de Córdova, marqués de MendigorríaEn la correspondencia que mantiene la infanta Paz con él se entrevé una estrecha relación entre Eulalia y Luis. Así se lo dice a este la infanta Paz:

La infanta Paz de Borbón con su esposo el príncipe de Baviera.


«Me figuro que echará V. de menos a mi hermana, pero por ella me alegro que se haya marchado de París. Lo que me choca es que no ha vuelto a dar señales de vida y me inquieta pensar si le pasará algo que no me quiere contar».

Esto viene a ser entre 1892-1893. Desde enero de 1891, Luis estaba en la embajada española en Berlín, como ayudante de S.M. En septiembre de 1892 pasa en el mismo cargo a la de París. 

En su correspondencia a lo largo de 1891-1893 la infanta Paz trata con él varios asuntos sobre Tenorio y le hace encargos para Eulalia, quedando clara la proximidad entre ambos. No especifica la infanta Paz cuánto tiempo fue el que la infanta Eulalia, desde su marcha de París, «no daba señales de vida». Queda patente, sin embargo, una relación muy estrecha entre él y Eulalia. Por esas épocas pudo nacer un ahijado de Isabel II al que Luis, en 1905, asigna en su testamento una pensión. Un año después, Luis fue hallado muerto en su casa por un disparo de revólver, achacándose a suicidio, aunque en el expediente del caso se hallan contradicciones, como detallo en mi entrada del blog: 

Lo que no se ha contado de las Memorias Íntimas del marqués de Mendigorría

Notas:

(1)Revista Hola, 20 de enero de 2022

(2)Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, T.40554, f.795r-816v.

(3)Biografía de Eulalia de Borbón (DbE)



(1) https://dbe.rah.es/biografias/8919/eulalia-de-borbon-y-borbon