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viernes, 1 de junio de 2018

Los últimos fusilamientos del 22 de junio de 1866

Retrato de Federico Puig Romero del Museo del Ejército.


Los nuevos datos aportados por Voces desde el más allá de la historia van siendo incorporados por publicaciones de internet que tocan el tema de la sublevación militar del cuartel de San Gil de Madrid el 22 de junio de 1866. Ya se habla del asesinato sin resolver de Federico Puig Romero, coronel de artillería del 5º regimiento a pie cuyos sargentos se rebelaron como parte del plan revolucionario de diversas fuerzas políticas con el fin de derrocar a la reina Isabel II, madre del príncipe Alfonso, cuya paternidad, de acuerdo a estas investigaciones, baraja también el nombre de Federico Puig Romero además del que hasta ahora se había citado casi como verdad irrefutable, Enrique Puigmoltó y Mayans, un rumor expandido hasta la saciedad.

Cuartel de San Gil de Madrid el 22 de junio de 1866.  

El asesinato de este presunto padre secreto del príncipe Alfonso fue enmascarado por el gobierno para que pareciera haber ocurrido en el marco de la sublevación, lo cual desmienten estos nuevos datos, quedando al descubierto además la participación de un historiador en falsear la información. Y una muy importante clave son los últimos fusilamientos de la cruenta represión ejercida por el gobierno tras fracasar el movimiento revolucionario. La mayoría eran cabos y soldados que ni siquiera tuvieron la menor responsabilidad, y se vieron en esa situación simplemente obedeciendo órdenes. La masacre sangrienta de fusilamientos culminaba el 7 de julio, publicándose en La Gaceta por el capitán general Isidoro de Hoyos, premiado por Isabel II con grandeza de primera clase el día anterior.


Alguna versión reciente de internet ya se hace eco del vínculo de estos fusilamientos con Federico Puig, hábilmente eludido en la versión del historiador: “A estos siguieron otros y otros, llevándose fusilados hasta el 7 de julio sesenta y seis individuos entre sargentos, cabos y soldados, un antiguo coronel carlista y un paisano”.

Esta exclusión da lugar a interpretaciones erróneas de la noticia publicada en La Gaceta, que transcribo entera y constituyó la fuente de información del historiador:
"Han sido pasados por las armas los individuos cuya relación tuve el honor de remitir ayer a VE, entre los cuales figuran el titulado General perteneciente a las filas carlistas D. Juan Ordóñez de Lara, que mandaba la gente de la última casa que se tomó en la madrugada del 23  con las banderas de artillería, el que asesinó al Coronel D. Federico Puig, y el paisano que en la calle de Toledo dio muerte, después ya terminado el fuego, a un guardia civil".

Como se comprueba, el historiador cita al carlista y al paisano excluyendo deliberadamente “el que asesinó al coronel D. Federico Puig”, dato relevante, como se comprueba en Voces desde el más allá de la historia, para desmontar la versión proporcionada por el gobierno para este asesinato, fruto de una conspiración de acuerdo a las nuevas investigaciones.

Historiador Antonio Pirala y Criado.




Este es solo uno de los cambios en las fuentes realizado por el historiador Antonio Pirala en lo tocante al asesinato de Federico Puig. En Voces desde el más allá de la historia quedan al descubierto estos fraudes, que llevan al gran interrogante: ¿Por qué y para quién? Quizá se halle una pista en las palabras de indignación del general O'Donnell ante las peticiones de fusilamientos por parte del entorno de la reina: "¿Pues no ve esa señora que si se fusila a todos los soldados cogidos, va a derramarse tanta sangre que llegará hasta su alcoba y se ahogará con ella?"




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