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jueves, 1 de marzo de 2018

Los secretos que Alfonso XIII se llevó a la tumba


Alfonso XIII y el general Francisco Franco.


Ayer se cumplían 77 años de la muerte de Alfonso XIII, el último borbón que partió al exilio, dejando a su marcha la república iniciada el 14 de abril de 1931. En esos casi 10 años de exilio la república fue abortada por una sublevación militar que daría lugar a la cruenta guerra civil de una España fraccionada ya desde los tiempos de Fernando VII con absolutistas y constitucionales, carlistas e isabelinos en el de su hija Isabel II y tras el breve paréntesis de Alfonso  XII, conocido como el rey pacificador, monárquicos y republicanos con Alfonso XIII. El final de la contienda civil no llegaría hasta 1939 con la victoria del general golpista Francisco Franco, convertido a partir de entonces en dictador a lo largo de los casi cuarenta años que duró su vida, al final de la cual dejó como heredero suyo a Juan Carlos I, nieto de Alfonso XIII.

Federico Puig Romaguera (izquierda) y Alfonso XIII.

El final de la guerra civil presagiaba también el de los días de Federico Puig Romaguera y Alfonso XIII, muertos ambos en 1941: Federico el 17 de enero y Alfonso XIII el 28 de febrero. Compartían, además de año de muerte, el parentesco de tío y sobrino si me atengo a la carta de Alfonso XII dirigida a sus hermanos Federico y Enrique Puig Romaguera. Compartían también el secreto acerca de las auténticas circunstancias del asesinato del padre de Alfonso XII y el ominoso pasado de los padres de este con Fernando VII. Además de ello, todo lo que atañía al cuerpo de artillería en relación con lo sucedido entre la reina Isabel II y el oficial de artillería Federico Puig Romero. Otros oficiales que compartieron su secreto morirían con él el 22 de junio de 1866. Alfonso XIII y su madre intentaron enterrar ese pasado contraviniendo la voluntad de Alfonso XII, que demostró siempre su clara inclinación a proteger especialmente al cuerpo de artillería. Todo ello sale a la luz en mi libro Voces desde el más allá de la historia.

Alfonso XII, a la derecha de su supuesto padre, Federico Puig Romero.

En 1941 todo aquello parecía carecer de importancia. Ni se planteaba la restauración borbónica, lo cual sin embargo sucedió a la muerte de Franco, cuyo heredero ("sucesor a título de rey"), Juan Carlos I, inicia su reinado en noviembre de 1975. Durante este reinado regresaría Alfonso XIII a España, o al menos lo que quedaba de él, para ser enterrado en el Panteón Real del Escorial.  Este retorno de Roma se producía el 19 de enero de 1980. Un año y un mes después sobrevendría el 23F, rememorando en cierto modo la dictadura de Primo de Rivera iniciada en 1923. El 23 de febrero de 1981 sería, más que un golpe de estado, un golpe de suerte para Juan Carlos I, cuyo papel en aquella intentona ha dado tanto que hablar a muchos, sin que se hayan podido esclarecer los hechos sobre qué papel desempeñó realmente en ello. El 23F y el nombramiento del dictador Franco serían los dos grandes pilares sobre los cuales se asentó el reinado de Juan Carlos I, logrando que perdurara el legado de Alfonso XIII  a pesar de haber partido al exilio por el advenimiento de una república democrática.

Juan Carlos I con Francisco Franco.

   
 

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