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viernes, 31 de enero de 2020

Benito Pérez Galdós y el 22 de junio de 1866



Portada del primer episodio nacional, Trafalgar. Edición de 1935.

Hablar de Benito Pérez Galdós sobra con todo lo que se ha publicado sobre su vida, especialmente acabándose de cumplir el centenario de su muerte el pasado 4 de enero. Expondré aquí  datos no tan conocidos  que tienen que ver con mi proceso de investigación iniciado hace años en la biblioteca militar de Valencia, a la que siempre estaré agradecida. Acudí allí varias veces, a medida que mis investigaciones en archivos avanzaban. Y en una de estas ocasiones, indagando sobre 1815, el bibliotecario me facilitó los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, y concretamente, Memorias de un cortesano en 1815. Leí este y luego varios más, obteniendo valiosa información como pista a seguir en mi proceso de investigación. La novela histórica de calidad ofrece múltiples posibilidades al investigador y además acerca al lector a otro tiempo que no ha conocido. Benito Pérez Galdós era en eso un maestro indiscutible, y hasta tal punto fueron valorados sus Episodios nacionales, que obtuvo en 1902 la Gran Cruz de Alfonso XII que le otorgaba la monarquía de Alfonso XIII al considerarle ‹‹gloria nacional››, pese a sus ideas republicanas.

Isabel II en 1902, cuando la entrevista Benito Pérez Galdós.

En este mismo año de 1902 logró concertar una entrevista con la entonces exiliada ex reina Isabel II en su palacete francés. El material lo utilizaría posteriormente para el reportaje que se publicaría pocos días después del fallecimiento de ella, acaecido el 9 de abril de 1904. Por entonces, Benito Pérez Galdós tenía ya publicados los Episodios Nacionales de la primera serie (1873-1875), la segunda serie (1875-1879) y la tercera serie, que había iniciado tras un largo paréntesis de veinte años. Luego de esta entrevista con la ex reina Isabel II, inició la cuarta serie, que va desde 1902 hasta 1907.


Fotografía de Benito Pérez Galdós en 1904.

El episodio nacional Prim corresponde a esta etapa, y fue escrito entre julio y octubre de 1906, el año en que el escritor se hizo oficialmente republicano, lo cual se haría público en abril de 1907 en carta abierta al diario El Liberal. Este episodio Prim me dio mucho qué pensar, llegando a la conclusión de que Benito Pérez Galdós tenía una fuente de información directa de ‹‹arriba››. Cuando lo leí ya había consultado varias fuentes sobre el 22 de junio de 1866, incluida hemeroteca y archivos, aparte de los libros de historia y otros más que lo abordaban. Benito Pérez Galdós aportaba datos que incomprensiblemente había omitido en su pormenorizada versión el historiador  Antonio Pirala, cuyo falseamiento de información en torno al asesinato de Federico Puig Romero lo trato en otra entrada(1), así como la importancia que tenía para la corona zanjar ya las especulaciones sobre este asesinato.

Retrato de Federico Puig Romero en el Museo del Ejército (actualmente en el Museo Específico de la Academia de Artillería de Segovia).

Sobre la entrevista de 1902, el cronista Pedro de Répide, en su biografía sobre Isabel II(2), a la que tuvo oportunidad de tratar muy de cerca, por trabajar en su palacio como bibliotecario, asegura que la ex reina esquivaba a Peréz Galdós en las preguntas comprometidas. ‹‹Don  Benito,  que  era  un  niño  muy grande, salió encantado de la visita, a pesar de su fracaso investigador, cuando tenía que haberse marchado molesto porque un hombre como él hubiese sufrido una especie de toreo o de tomadura de pelo de pura manera borbonesca.››


Pedro de Répide, 1913.

Entre esas preguntas comprometidas que no fueron publicadas, sin duda tuvo que salir el tema del 22 de junio de 1866 en el que tanta parte había tomado Isabel II, llegando a proponer un proyecto de ley para subir la pensión a la viuda de Federico Puig Romero, de quien el gobierno alentó las variopintas versiones que se publicaban en prensa no oficial dejando una estela de humo en torno a este asesinato. Por aquel entonces, Benito Pérez Galdós tenía veintitrés años y se haría muchas preguntas a las que seguramente intentaría dar respuesta cuando, a sus cincuenta y nueve años, tuvo oportunidad de hablar personalmente con la ex reina sobre aquella jornada que marcaría el fin de su reinado, sostenido apenas dos años más hasta la revolución “Gloriosa”.

Sobre los detalles llamativos que aporta Pérez Galdós en la versión que incluye sobre el 22 de junio de 1866 en el episodio Prim, es de notar que sea el único que no incluye a Federico Puig Romero, protagonista de todos los rumores de prensa que se publicaron en 1866 sobre lo ocurrido en el cuartel de San Gil, con la famosa partida del tresillo que más tarde adoptaron algunos autores a pesar de tratarse de un bulo de prensa, como queda patente en mi libro Voces desde el más allá de la historia. Incluye don Benito, sin embargo, otros oficiales distintos a los de esa supuesta partida de tresillo, indicando nombres y apellidos con ligeros errores que parecen tan deliberados como el cambio de grados de algunos de ellos. Llama la atención que no incluyera a Federico Puig Romero, siendo curioso este olvido, teniendo en cuenta que es el único oficial muerto aquel día cuyo nombre apareció en La Gaceta, y nada menos porque se ejecutaba, entre otros sargentos, a su asesino. Esta omisión es incomprensible en alguien tan minucioso como Pérez Galdós, que además tuvo a mano la prensa de entonces. Puede conjeturarse sin temor a equivocación, que es tan deliberada como el cambio de nombres y grados de algunos de los oficiales. ¿Por qué?

                           

En 1906, aunque Benito Pérez Galdós se declara oficialmente republicano sin tapujos, ciertos temas que comprometían seriamente a la corona no podían publicarse libremente, y más si estaban relacionados con este asesinato, en cuyo silenciamiento  se halló involucrada la ex reina Isabel II y más tarde su hijo Alfonso XII, cuya paternidad secreta correspondiente a Federico Puig Romero era la punta del iceberg de todo el oscuro pasado que ligaba a esta familia y los Borbón. El escritor tuvo que limitarse a hablar entre líneas dejando ver con sus datos erróneos que no tomaba como fidedignos los que se difundieron como ciertos, sin desvelar mucho más que las enigmáticas palabras de Confusio, un personaje peculiar que escribe la historia no como es, sino como debería haber sido.

CONFUSIO.─ Veo los muertos, vivos; los enemigos, reconciliados; el altar y el trono, llevados a la carpintería para que los compongan; la Historia de España, escrita por los orates… Tú no sabes de esto, pobrecilla… Léeme y sabrás.

A Benito Pérez Galdós le faltaron veintiún años de vida para llegar a ver la república en España. ¿Cómo hubiera sido su versión del 22 de junio de 1866 si hubiera podido escribir entonces el episodio nacional Prim?



(1)La versión fraudulenta del 22 de junio de 1866, firmada por el historiador Antonio Pirala

(2) Pedro de Répide, Isabel II, reina de España, Espasa Calpe, Madrid, 1932.

martes, 14 de enero de 2020

La novela histórica en C.L.A.V.E.



Con Juan Luis Bedins y la escritora y periodista Elga Reátegui, que también se incorpora a la nueva junta directiva de C.L.A.V.E.

El pasado 8 de enero se realizó una asamblea entre los socios y socias de la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios, más conocida como C.L.A.V.E. Terminaba la legislatura del que había sido presidente a lo largo de dos períodos consecutivos, Juan Luis Bedins. Realizadas las votaciones, Juan Luis Bedins fue reelegido por unanimidad para los próximos cuatro años. En la asamblea, Juan Luis Bedins presentó a la nueva junta directiva, de la que tengo el orgullo de haber sido llamada a formar parte, asignándoseme además un importante cometido que me hace muchísima ilusión: el área de Novela Histórica, una novedad en la asociación, que va creciendo y ampliando sus horizontes. De ello se ha hecho eco Las Provincias en publicación de 10 de enero de 2020.

He de agradecer a Juan Luis Bedins su apoyo desde que me inicié en este mundo de los escritores, recién publicada mi obra Voces desde el más allá de la historia. El recorrido de este libro no ha sido fácil por la temática que plantea, resultado de una ardua investigación de años que saca a la luz hechos ignorados sobre la dinastía Borbón que atañen a mis antepasados y dejaron consecuencias hasta entonces ignoradas. Me planteé la dura prueba de someter a dictamen de la prestigiosa historiadora Isabel Burdiel la valoración de mi libro para ser presentado en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Valencia, tal cual exige el protocolo. Isabel Burdiel, ganadora de un premio de investigación histórica en 2011 por una obra sobre Isabel II, hallaría en mi libro nuevos datos que definió como importantes aportaciones, dando vía libre a la presentación, que se llevó a cabo el 4 de mayo de 2017. Y allí estaba Juan Luis Bedins, en un día tan crucial para mí, lo cual, teniendo en cuenta su apretadísima agenda, le agradeceré siempre.

Con Juan Luis Bedins en la presentación de Voces desde el más allá de la historia en la Facultad de Geografía e Historia de Valencia.

Aquel día marcó el siguiente paso a seguir. Respondiendo a alguna de las preguntas que se me hicieron dije que escribiría una novela histórica basada en esta investigación, y no lo había hecho antes porque era necesario dar a conocer estos nuevos hechos históricos y no presentarlos como una ficción. La importancia de mis hallazgos había sido por fin reconocida y era la hora de llegar a los lectores de Novela Histórica. Así se gestó Alfonso XII y la corona maldita, la novela que presenté al concurso un mes después y resultó ganadora en enero de 2018 del Premio Hispania de Novela Histórica, siendo publicada a finales de ese año y presentada por primera vez en Madrid el 17 de enero de 2019, en la Librería Antes, especializada en historia.

En la presentación de Alfonso XII y la corona maldita en Librería Antes (Madrid) junto al equipo de Editorial Altera.

En esta nueva andadura de C.L.A.V.E. me he propuesto promover al máximo el género de Novela Histórica, que es el más leído, quizá porque permite a los lectores trasladarse a épocas que no ha conocido, guiados por la mano del autor o autora en quien que recae la gran responsabilidad de la documentación e investigación. Es difícil hallar el equilibrio entre la proporción de acontecimientos históricos y la ficción. Sobre eso podríamos hablar largo y tendido. En mi caso, escribí dos libros muy distintos sobre lo mismo. El primero, Voces desde el más allá de la historia, más de un historiador lo ha definido como una tesis doctoral, pero a la vez amena y entretenida. Otro historiador opina en Google Libros: Bien escrito, excelentemente estructurado -y era difícil por la complejidad narrativa de los hechos que relata- y documentado de forma rigurosa y exhaustiva, mezclando una amplia documentación de archivo con testimonios orales que, en realidad, son los que desencadenan la investigación. 

Con algunos integrantes de la junta directiva de C.L.A.V.E. en un momento distendido tras finalizar la asamblea. En la mesa, Juan Luis Bedins y la secretaria, Elia Saneleuterio.

De ahí pasar a la Novela Histórica implica un cambio total de registro. Aquí ya entra en juego la literatura, mientras que en el ensayo, y más en este caso en el que doy a conocer hechos nuevos, la escritura ha de ser prudente, sin afirmar más de lo que se pueda probar. Intenté escribirlo de forma sencilla y amena, pero riguroso al fin y al cabo, citando al final cada una de las fuentes e intentando ser objetiva a pesar de que era un tema que me implicaba directamente. Es un libro que puede interesar a historiadores y a cualquiera que le atraiga conocer hechos ocultos de la historia que contienen todos los ingredientes para una novela histórica negra. No tuve que buscar mis fuentes en el proceso habitual de documentación porque ya tenía ese trabajo hecho en mi anterior libro. Me limité a la creación literaria con todo lo que ello implica, y el resultado fue el premio que me ha marcado tanto.

En la presentación de Alfonso XII y la corona maldita en FNAC San Agustín (Valencia) con los ponentes Paco Arenas, que también me acompañó en la presentación de la Universidad de Valencia, y el escritor y colaborador con medios de comunicación Ginés Vera.

Actualmente me hallo en el proceso de investigación y escritura de mi siguiente novela histórica, que estoy segura sorprenderá, aunque el plazo será más largo porque es de gran envergadura. Y en medio de todo esto, me siento muy cercana a los autores de Novela Histórica con los que espero contar en diversos eventos organizados por C.L.A.V.E., abarcando diversas temáticas y planteamientos, que resulten tan interesantes para los lectores como para los autores. Gracias de nuevo a Juan Luis Bedins por esta oportunidad, y a todos los que formaréis parte de esta nueva etapa.