Dos grandes obras apócrifas salen a la luz en la
novela satírica Manual del buen truhán
(con tilde y haciendo caso omiso de la RAE). Nada en este libro es convencional,
porque su finalidad básica es ir contra lo establecido. Que pudiera lograr
rescatar este importante legado didáctico para el desprotegido sector truhanil
se debe a la iniciativa del marqués de la Cañahueca de dejar al mundo su herencia
malvada y que no se perdiera toda una vida dedicada al culto y propagación de
la ignominia. A mi cargo quedó la custodia de estos negros pensamientos
enmarcados en el desarrollo de una filosofía que profundiza en la maldad
inherente al ser humano.
Todos creemos ser buenos, pero el marqués de la
Cañahueca nos demuestra que las cosas no son tan sencillas, e incluso a veces
puede llegar a hacernos dudar de que estemos en el camino correcto. Como aclaro
en mi libro al comienzo, no comparto la ideología del marqués de la Cañahueca,
pero he intentado ponerme en su lugar para escribir su biografía, en
correspondencia al juicio que este alto representante de la infamia emitió
sobre mi obra.
Conocer su canallesca biografía y comprender su
filosofía ruin va aunado a estos dos grandes pilares en que se apoya su abyecto
pensamiento: Refranero Truhanero y Romancero Villano, que contienen
réprobas enseñanzas, fruto de la experiencia y sabiduría popular recopilada a
lo largo de la historia en los bajos estratos vilescos, contando además con las
invaluables aportaciones del Zumbón,
un canalla vocacional entregado por completo al desarrollo empírico de la
ciencia delictiva.
Para muestra un botón:
Del Refranero Truhanero:
No
pongas ni un remilgo a la hora de ser un pingo.
Pisa a quien puedas y verás qué bien te quedas.
No tires la toalla a la hora de ser un canalla.
Del Romancero
Villano, fragmento de Cómo aprender el mal del reino animal
En cuanto a la rapazuela,
si a unos andares de gacela
añade una actitud de gatita,
hará más de una conquista
y, usando su lindo pico,
pronto pescará un borrico.
El libro será presentado por primera vez el 2 de febrero de 2018 a las
19 horas en la Casa de la Cultura de Burjassot.
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