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sábado, 28 de enero de 2023

Divorcio secreto de un Borbón republicano


Infante Enrique María de Borbón. La Ilustración de Madrid. 1870.


Los borbones siempre sorprenden, y más si empezamos a escarbar en el pasado, algo a lo que me he aficionado a lo largo de mis investigaciones, especialmente en todo aquello que es inédito y considero relevante. En el caso de los Borbón, no todo está dicho, y en esa labor, que inicié con mi libro Voces desde el más allá de la  historia, más la novela basada en ello, Alfonso XII y la corona maldita, enfoqué este trabajo a la terrible historia que hubieron de vivir mis antepasados a causa de la dinastía Borbón, con la cual estoy vinculada en parentesco de ancestro común con el rey emérito Juan Carlos de Borbón.

Pero hay muchos más secretos guardados que iré poco a poco desvelando. Entre ellos, la demanda de divorcio mantenida en secreto de un infante de España. He hallado el documento que lo demuestra, y tan misterioso fue el asunto que que ni siquiera tiene fecha aunque sí datos que permiten aproximarla. Se trata de los Autos de Enrique María de Borbón, infante de España y su esposa sobre desavenencias y demanda de divorcio (1).




Esto nada tiene que ver con la pareja feliz descrita por la revista Hola:  

El matrimonio, descrito por diversas fuentes como feliz y compenetrado, tendrá cinco hijos (2).

El documento de esta petición de divorcio comienza así: 

Habiendo conferenciado detenidamente sobre las desavenencias últimamente ocurridas entre el Serenísimo Sr.  Infante D. Enrique María de Borbón y su esposa, y enterado de los antecedentes que lo han precedido… 

El escrito incluye a continuación doce consideraciones que van en la línea de evitar a toda costa los escándalos que puedan perjudicar a la familia real, lo que se refleja en expresiones como

Opinamos que esta clase de cuestiones no se llevan nunca a los tribunales por los disgustos y escándalos que producen…

O bien:

Tratándose de personas de la alta clase y jerarquía a que S.A. corresponde, esto sería mucho más inconveniente y además en extremo peligroso dar publicidad a sus discusiones domésticas…

Sobre el tipo de desavenencias parece que se producían situaciones muy peligrosas: 

Que las desavenencias objeto de esta consulta han llegado a punto, según se nos ha informado, de poder ocasionar algún día un grave conflicto cuyas consecuencias pudieran ser funestas.

De ahí que le aconsejen al infante medidas que eviten los peligros del momento. Pero más que el grave conflicto de la pareja, interesa que no empañe a quien está arriba:

...esta prudencia es doblemente necesaria en los casos en que, como el presente, cualquier escándalo puede ser trascendental a objetos y personas que importa sobremanera conserven todo su prestigio y autoridad.

De lo que se concluye:

...no habiendo en este caso, ni pudiendo ni debiendo haberla, separación legal... 

Y por supuesto, que no se haga nada sin que se entere la reina Isabel II:  

Que nada debe hacerse por personas correspondientes a la familia real sin el consentimiento y conformidad de la reina, jefe de ella.

 

Isabel II y Francisco de Asís Borbón. José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra. 1847. Museo Nacional del Romanticismo. 


 En este punto la advertencia  sobra, pues  no  era  la primera vez que el infante Enrique María  de Borbón desobedeciera a la reina.  Sus ideas revolucionarias  no  casaban nada con  la   monarquía,   factor   que   pesó  en   la  retirada   de    su candidatura a esposo  de  Isabel II,    tocándole   la  lotería  a   su    hermano Francisco  de  Asís,    lo    cual,  por  una  parte  libró al trono del peligro     de   un   rey  consorte    de ideas    liberales,     pero     en contrapartida,  quedaba  uno  incapaz     de    procrear  vástagos  reales   debido    a    su  orientación    sexual    que   valió a   la reina de excusa  para fertilizarse     mediante       donantes   genéticos   con     los  cuales    procrear  la   real  estirpe,     entre  quienes  tuvo el dudoso     honor  de   incluirse    mi   tatarabuelo     Federico  Puig    Romero,   de     cuya  contribución a    tal cometido resultó el futuro rey Alfonso XII.

Celebrada la boda de Isabel II en 1846, Enrique María de Borbón eligió como futura esposa a una noble valenciana de la que al parecer estaba muy enamorado dado el empeño que puso en este matrimonio que no fue aceptado al no estar ella a la altura del rango de un infante de España, que como tal, no podía casarse sin la expresa autorización de la jefe de la familia real, Isabel II. Haciendo caso omiso de su prima y cuñada la reina, Enrique firmó el 6 de febrero de 1847 contrato de esponsales con Elena Castellví Shelly en el palacio de San Juan de Madrid (3), residencia del infante Francisco de Paula Borbón (padre de Francisco de Asís y Enrique María).  A consecuencia de esta rebeldía Enrique fue invitado a salir de España, casándose en Roma pese a todo.

  

Elena Castellví Shelly, esposa del infante Enrique María de Borbón. Retrato de Federico Madrazo en 1851.

Es así como en 1848 Enrique María pasó a ser el primer infante de España autoproclamado republicano, aunque en 1854 se mostró arrepentido y pudo recuperar sus títulos. Pero el arrepentimiento no tenía más motivación que lograr su regreso a España y poco después volvió a las andadas. En la etapa final del reinado de Isabel II, por defender a los liberales, perdió definitivamente sus títulos. 


Enrique María de Borbón con sus cuatro hijos. Biblioteca Nacional de España.
 

Ahora viene la gran pregunta: ¿Qué fecha tenía este documento de divorcio? Del documento sabemos que se realiza en Madrid y en su condición 10 dice:

Que en rigor de derecho teniendo los hijos más de tres años el padre puede disponer de ellos en el caso de separación legal como estime conveniente sin que la madre pueda oponerse bajo ningún concepto. 

Y en el punto 3 de las recomendaciones:  

Que si se está al rigor del derecho los cuatro hijos deben continuar al lado del padre…

Así puede concluirse que tenían cuatro hijos mayores de tres años a la fecha del documento. Sobre la prole del matrimonio se sabe que nacieron cinco hijos, tal como cita la revista Hola. En las fuentes consultadas hay unanimidad en las fechas de los cuatro primeros: Enrique en 1848, Luis en 1851 (muere antes de los tres años), Francisco de Paula en 1853 y Alberto en 1854. No obstante no está clara la fecha de nacimiento de la benjamina, María Olvido, coincidiendo el día y mes, 28 de noviembre, que algunos citan del año 1863, atribuyendo al parto la muerte de la madre el 29 de diciembre de ese año. Sin embargo, en fuentes más fiables el año en que nace María Olvido es 1858 (4). De haber nacido en 1863, la niña apenas tendría un mes al morir la madre, lo cual descarta que fuera una de los cuatro hijos mayores de tres años que se indican en el documento.

Y para que la niña sea mayor de tres años, la fecha del documento ha de ser posterior a 28 de noviembre de 1861. Por esta época Enrique había recuperado los títulos de su prima la reina, entre ellos el de infante, como se le cita en el documento. Podríamos ubicar por tanto, de forma bastante aproximada, esta demanda de divorcio en torno al año 1862, un año antes de fallecer la demandada, sobre la que se aconsejaba al infante enviarla a Francia a vivir con su hermana según la conclusión segunda: 

Que creemos y les aconsejamos para evitar males acaso de grande trascendencia que se separen por algún tiempo trasladándose la sra. a vivir en Francia con su sra. hermana abonándole la pensión que sus necesidades y decoro exijan para sus alimentos, sobre lo cual deberán entenderse los sres. interesados sin necesidad de extraña intervención. 

Evidentemente no se llegó a cumplir tal disposición, puesto que Elena Castellví falleció en Madrid un año después, muy oportunamente para Enrique. Igualmente, el fallecimiento de Enrique, seis años después que el de su esposa, resultó muy oportuno  para el autor material de su muerte, su primo y eterno rival Antonio de Orleans. Enrique terminó trágicamente acribillado en el duelo en que ambos participaron el 12 de marzo de 1870. Se le privó del derecho a ser enterrado en El Escorial por no ser ya infante. En la  sacramental de San Isidro se le hizo un funeral masónico, habiéndose iniciado en la logia Henry IV de París el 14 de marzo de 1868 (5).


Desafío entre el Duque de Monpensier y D. Enrique de Borbón. Museo Nacional del Romanticismo. La Gloriosa.

Su hija María Olvido tomaría el relevo...


NOTAS:

(1) Archivo Cortina, Caja 145, Leg. 176, n. 1970.

(2) Revista Hola, 13 noviembre 2015:

https://www.hola.com/realeza/casa_espanola/2015111382030/enrique-de-borbon/

(3) La estafeta de palacio: historia del último reinado, Volumen 2, Ildefonso Antonio Bermejo, Madrid, 1871, págs. 723-725.

(4) Almanach de Gotha: annuaire généalogique, diplomatique et statistique,1894, pág. 492.

(5) Museo virtual de historia de la masonería







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