Grabado sobre el incendio del Alcázar el 6 de marzo de 1862 |
El 6 de marzo de
1862 ardía en llamas el Alcázar de Segovia. Fue tan devastador el incendio que cayó casi
todo el magnífico monumento que serviría de inspiración a Walt Disney para el
castillo de Cenicienta. Desde ese mismo día se procedió al traslado de los
alumnos al convento de San Francisco, en Segovia, donde se ubicaría ya definitivamente
la academia de artillería, que cuenta con un Museo Específico que tuve ocasión
de visitar en varias ocasiones a partir de 2003, cuando iniciaba mis
investigaciones sobre el paradero del retrato de Federico Puig Romero que
inicialmente se hallaba en el Museo del Ejército.
Alcázar de Segovia reconstruido conservando el estilo medieval |
Su retrato y el de otros oficiales de artillería muertos el 22 de junio de 1866 se encontraban guardados en el depósito del Museo Específico de la Academia de Artillería de Segovia. Gracias al entonces director, coronel Félix Herrera Díez, fueron expuestos nuevamente y colocados en sitio de honor del museo, en la entrada de Día Sanz. Pero no fue lo único que hallé allí. En la gran biblioteca de este museo se conservan dos libros donados por el coronel Federico Puig Romero, lo cual tuvo que ocurrir a partir de 1864, cuando fue nombrado coronel. La primera conclusión que puede sacarse es que Federico Puig Romero estaba estrechamente vinculado a la academia de artillería.
Entrada Día Sanz. El retrato de Federico Puig Romero es el primero a la derecha |
Aunque no fue el único que regaló libros a esta. Algunos de los volúmenes de la actual biblioteca fueron entregados por sus dueños al colegio de artillería a consecuencia del incendio del Alcázar en marzo de 1862, cuando quedó arrasada parte de la biblioteca. Y de ahí la donación de Federico Puig Romero, que no deja lugar a dudas de su labor docente, dado el contenido y época de estos libros. Esto es algo que se borró en sus hojas de servicio posteriores a 1856, época en que Isabel II visitaba asiduamente dicho colegio, muy próximo al palacio de San Ildefonso, donde veraneaba.
La reconstrucción del Alcázar tardó muchos
años, y no fue hasta el 20 de marzo de 1882 cuando se iniciaron las obras que
acudió a inspeccionar Alfonso XII, presunto hijo de Federico Puig Romero.
Alfonso XII había puesto mucho empeño en impulsar este proyecto. Probablemente
este lugar había tenido que ver mucho con su concepción. Actualmente el Alcázar
contiene el museo del antiguo Colegio de Artillería y el Archivo General Militar,
que he visitado en muchas ocasiones y me ha llevado a tantos hallazgos. Allí
reposan los restos de vida que me han permitido iniciar mi propia
reconstrucción de una historia que se había intentado borrar.
Depósito de fondos, en el Archivo General Militar de Segovia |
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